Mi hija pequeña aprieta sus piernas y su cuerpo para que su bicicleta avance cuesta arriba. Cuando vas en bicicleta, arrancar es lo más difícil. Pero una vez coges velocidad, todo es más fácil. Y, como cuando éramos niños, nos pasa a lo largo de la vida. Cuando queremos (y necesitamos) cambiar, nos cuesta. Vemos una cuesta delante y no vemos el fin. Y pensamos y le damos vueltas. Pero lo que hace falta es moverse.
Al final mi hija llegó al final de la cuesta (ante mi sorpresa). Muchas veces lo más difícil es el primer paso, el primer movimiento. Muchas veces lo que necesitamos es, simplemente apretar las piernas, el cuerpo y ... arrancar.
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Sección » Fotos
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Un puente al Infinito
Será que *me estoy volviendo viejo* pero estaba revisando unas fotos
de mi curso de verano en Berkeley [1] (¡y eso que ya fue *hace 7 años*
!). Pero resulta que salvo la foto de la portada [2] no había
publicado ninguna. Aunque tengo algunas del...
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