Mi hija pequeña aprieta sus piernas y su cuerpo para que su bicicleta avance cuesta arriba. Cuando vas en bicicleta, arrancar es lo más difícil. Pero una vez coges velocidad, todo es más fácil. Y, como cuando éramos niños, nos pasa a lo largo de la vida. Cuando queremos (y necesitamos) cambiar, nos cuesta. Vemos una cuesta delante y no vemos el fin. Y pensamos y le damos vueltas. Pero lo que hace falta es moverse.
Al final mi hija llegó al final de la cuesta (ante mi sorpresa). Muchas veces lo más difícil es el primer paso, el primer movimiento. Muchas veces lo que necesitamos es, simplemente apretar las piernas, el cuerpo y ... arrancar.
Blog 1 de 1.000
Sección » Fotos
|
El Rosetón de la Vida
En realidad no suelo poner fotos de personas (ni personales) pero como
resulta que este mes escribía yo las lecciones de productividad [1] de
mi hija se me ocurrió poner esta. Ya la había utilizado en la
felicitación de Navidad 2011 [2] y a mí...
|