Mi hija pequeña aprieta sus piernas y su cuerpo para que su bicicleta avance cuesta arriba. Cuando vas en bicicleta, arrancar es lo más difícil. Pero una vez coges velocidad, todo es más fácil. Y, como cuando éramos niños, nos pasa a lo largo de la vida. Cuando queremos (y necesitamos) cambiar, nos cuesta. Vemos una cuesta delante y no vemos el fin. Y pensamos y le damos vueltas. Pero lo que hace falta es moverse.
Al final mi hija llegó al final de la cuesta (ante mi sorpresa). Muchas veces lo más difícil es el primer paso, el primer movimiento. Muchas veces lo que necesitamos es, simplemente apretar las piernas, el cuerpo y ... arrancar.
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Volando sobre los Andes
Esta foto la tomé en un viaje de Montevideo a Lima [1] y es uno de los
finales de mi charla Menos es Más [2]. Además de recordarme tanto mi
vida en Bolivia [3], donde la llegada al aeropuerto de la Paz (El
Alto) es realmente espectacular, me...
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