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Elizabeth entre Sillas El Cuento

Dicen que una vez, había un ciego sentado en la acera, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: por favor ayúdeme, soy ciego. Una niña que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio la vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde la niña volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido ella la que reescribió su cartel y sobre todo, qué había puesto. La niña le contestó Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras, sonrió y siguió su camino.

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: "Hoy es primavera, y no puedo verla"

La Idea

Quizá en estas Navidades o a lo largo de todo el año 2008 una niña (por decir algo) pasa por nuestra vida y nos ayuda a reescribir lo que pedimos. Para los cristianos pues preparen la mesa y enciendan la luz.

Feliz Navidad y Feliz Año 2008