Lecciones de Productividad (desde Cuba)

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La verdad es que hablar de productividad desde Cuba es para que te de la risa (o el llanto). Pero para mí supuso un cambio de contexto y de funcionamiento importante cuando estuve viviendo allí (desde el 2014 al 2019). Y, aunque no lo parezca, fue una oportunidad para mejorar mi productividad. Claro que había grandes dificultades:

  1. Internet: era caro, malo y algunos servicios no funcionaban. Ya sea por boicot norteamericano o por control gubernamental. Ni es 100% operativo ni tiene un coste razonable
  2. Infraestructura: no es tan sencillo el tema de la vivienda y las comunicaciones con el exterior.
  3. Instalación: el ritmo del país es leeeeeeeento y los trámites de instalación son complicados.
Luces y Sombras

Pero a pesar de las dificultades, la gente busca soluciones paralelas (resuelve) y se lo toma con gracia. Llegué a pasarme más de 3 horas en una cola para recargar internet. Pero estuvo divertido escuchar las historias tan dispares que te cuentan. Es divertido si es un día, si lo necesitas para vivir ya es otra cosa. E incluso aprender a gestionar una cola de esta magnitud desde los que han hecho muchas colas como esta. Al pensar en Cuba corres el peligro de la historia única (cada uno cuenta la suya según le interesa), pero no cabe duda de que es un lugar singular.

Pero yendo a lo que me interesa (la productividad para vivir bien). De mi vida en Cuba aprendí muchísimas cosas, estas son diez lecciones sobre productividad:

  1. El lugar de trabajo importa. Tardé 9 meses en tener una casa en condiciones (Mi oficina en casa). Sin oficina estable, la bajada en productividad es muy importante. Tardo mucho más en hacer lo mismo. A mí no me vale trabajar con el portátil y menos en un sofá. Para alguna cuestión puntual y menor puede servir, pero nada más.
  2. El tiempo disponible importa. Cuando cambias de contexto el tiempo disponible disminuye drásticamente porque gran parte de tu tiempo lo dedicas a instalarte. Es un tiempo bienvenido porque lo dedicas a afilar la sierra. Pero implica que el tiempo disponible en la agenda es mucho menor. Cada vez que llegamos a un país nuevo, hay semanas que el 80% del tiempo lo tengo ocupado por efecto de la instalación o logística familiar.
  3. La movilidad afecta mucho a la productividad. Yo busco esquemas de trabajo en casa, no de movilidad. Porque la movilidad implica que trabajes en una mini oficina donde tu productividad baja mucho. Para trabajar bien es mejor no moverse mucho, aunque sea una habitación de un hotel. Salvo para inspirarse o respirar un poco, claro.
  4. Estamos infoxicados. La incomunicación con el exterior es muy grande por el bajo acceso a Internet. Pero la verdad es que tampoco te pierdes muchas cosas. Al no tener conexión, lees, escuchas y ves mucho menos. Y la verdad es que tampoco pasan tantas cosas. Estás al día de los temas importantes y te das cuenta de que gran parte de la información no sirve para nada (más que para perder el tiempo). La información que manejamos consume gran parte de nuestra atención. Y lo mejor, es que con 3 días de retraso todo se ve diferente (más real y no tan impulsivo).
  5. La tecnología es sólo una herramienta. Al no utilizar tanto los servicios por Internet te das cuenta de que es sólo una herramienta. Muy útil, eso sí, pero una herramienta más. La tecnología ayuda a resolver tareas, pero no es un fin en sí mismo. A veces un simple papel resuelve mucho.
  6. Trabajar Desconectado. Como tenemos dos formas de trabajar, cuando no hay conexión, te das cuenta de que si estás permanentemente conectado, en realidad estás permanentemente interrumpido (y eso es un problema).
  7. Hacer una cosa a la vez. Cuantas más cosas quieres hacer, menos haces. Si tienes 5 minutos de conexión, uno aprende a concentrarse en una sola cosa. Y si llega algo nuevo (un correo, una llamada, …) tendrá que esperar al siguiente momento (y no, el mundo no se cae).
  8. Las rutinas importan. Cuando cambias de contexto, gran parte de las rutinas se desmoronan. De hecho quizá es lo que más noto. Y la rutina principal es el horario. Cuando no hay rutinas, uno se siente como perdido, no sabes lo que tienes que hacer después, como si se te está escapando algo. Uno necesita recuperar las rutinas principales que definen la estructura básica del día a día.
  9. Flexibilidad y Adaptación. En un país como Cuba, gran parte de las situaciones no las puedes controlar. Ni entender. Pero ya que las tienes que pasar, al menos búscale el punto de diversión (o reto). Adaptarse con flexibilidad es aprender a negociar. La productividad depende también de las personas y nuestras relaciones.
  10. La Productividad es para Vivir. Muchas veces, al trabajar nuestra productividad, nos obsesionamos por hacer más y mejor. Con mejorar nuestros indicadores. Y eso está bien, pero la razón es para vivir bien, no es la de simplemente aumentar nuestro rendimiento. Mejorar nuestra gestión (tiempo y recursos) es el objetivo final

Pero de nada sirve pensar, hacen falta acciones concretas de mejora. Lo primero es tener paciencia y entender que inicialmente todo es un proceso. Y lleva su tiempo. Pero aquí van mis 10 acciones de mejora:

  1. Minimizar mi operación hasta tener una oficina instalada. Mejor trabajar poco, que trabajar mal.
  2. Priorizar el tiempo disponible a la instalación (familia, vivienda, oficina y transporte). Máximas horas en la agenda.
  3. Fortalecer la movilidad que sí importa (la del transporte). Pero no trabajar en movimiento (salvo para oxigenarme un poco)
  4. Preferir información manos libres (p.ej podcast descargables de radio). Descargo una vez y escucho cuando quiero (sin estar conectado)
  5. Utilizar las versiones off-line (sin conexión) de mis aplicaciones y sincronizarlas periódicamente (semanal).
  6. Conexión asíncrona y en bloques, sólo en dos momentos del día (a las 10h y a las 16h)
  7. Definir un horario con antelación (plan día y plan semana)
  8. Una conexión, una tarea
  9. Aprender a negociar con gente difícil
  10. Relájate Compañero (pero concéntrate)

Obviamente, esto lo puedo hacer por mi situación actual, no vale para todos ni en todos los esquemas

Pero la principal lección que tomarás de cualquier cambio de contexto es que puedes reiniciar en cualquier momento. Te darás cuenta de que muchas cosas que hacías, no importaban. Y además, las hacías mal. Y eso no hace falta aprenderlo en Cuba, puedes hacerlo en cualquier parte