Muchas veces pensamos que las lecciones de productividad vienen de super ejecutivos (hombres y cada vez más mujeres) todos bien vestiditos y con aspecto de trabajar mucho. Pero una cosa es parecer productivo y otra serlo. De hecho nos venden como modelo de persona productiva a ese superejecutivo siempre apurado, con el teléfono en la mano y de reunión en reunión. Y resulta que hacen todo lo contrario : todo el día en la oficina pero sin trabajar (ni dejar trabajar). Estaba revisando la clase de Productividad y Salud de mi curso a distancia y se me ocurrían recomendaciones que tienen mucho que ver con la salud (física y emocional).
Y cuando las iba escribiendo me sonaban más a las lecciones del abuelo. Es como si vamos a un abuelo, a una persona mayor, y le preguntamos, ¿qué hago para aumentar mi productividad?, o sea para trabajar mejor. Y seguro que va y nos contesta: duerme, come, descansa, diviértete y trabaja. Y es tal cual:
- Duerme. Las horas mínimas que necesitamos es muy personal, depende de la persona, su edad y su salud. Pero lo habitual es sobre 8h. Pero sean las horas que sean, duerme.
- Come. Sí, come. Lo ideal sería comer bien (moderado, variado, casero) pero esto también depende de cada persona y yo no escribo de nutrición (bueno sólo alguna vez).
- Descansa. Cuando llega el cansancio, lo mejor es parar. Una cosa es esforzarse y otra agotarse.
- Diviértete. Si estás aburrido, cambia de tarea y ponte a hacer algo más divertido (o que te motive más). Pero si estás descansado, no pares, sigue trabajando (en otra cosa). Encuentra lo que te divierte, es lo más sano (para tí y para los demás)
- Trabaja. Sí, sí, trabaja, cambia las cosas. Porque no hay nada peor que no hacer nada, de nada. Cuando no encuentras qué hacer comienzan los problemas (para tí y para los demás).
Es un poco general pero las 5 tienen que ver con la idea de que si mejora tu salud, mejora tu productividad. Y al hilo de recomendaciones de los mayores no te pierdas este video, dice que la mejor recomendación es usar protector solar: SunsScreen (7:12)
Y así resulta que las lecciones de productividad, no necesitamos que nos vengan de grandes ejecutivos, sino de niñas y sus abuelos