Los (malos) picos de trabajo

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La Playa
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Con las crisis económicas se ha puesto de moda aceptar que los picos de trabajo son necesarios. Y no, no lo son. En realidad los picos de trabajo, de forma sostenida, son muy perjudiciales en términos de productividad, sobre todo en lo que llamamos los trabajadores del conocimiento (que cada día somos más). Y son malos para el que hace el trabajo pero además un síntoma de que la gestión es muy mala.

Hace varios años (casi 20) la esposa1 de un ingeniero de EA, la famosa empresa de videojuegos, publicó un artículo quejándose de las horas excesivas de trabajo que hacía su marido a la semana2. Criticaba lo que en el argot se llama crunch mode es decir los picos de trabajo. Esas semanas que hay que trabajar más porque se acerca una fecha límite. Todos hemos hecho sobreesfuerzos puntuales, ese no es el problema. El problema es cuando es lo habitual.

El artículo es de 2004 y se convirtió en un clásico al hablar de productividad y sobreesfuerzo. Merece la pena leerlo (y los comentarios). Eso sí, está en inglés: EA: The Human Story Además en el artículo se plantea el problema legal3Y, al hilo de esa queja, Evan Robinson publicó un artículo un poco más tarde (Why Crunch mode ….) donde estudió la respuesta a la pregunta ¿es realmente productivo trabajar, p.ej., 60 horas a la semana? El artículo es excelente, está lleno de referencias y responde lo que todos ya nos imaginamos: no.

Bueno, no con sentido común. Alguna vez no pasa nada, pero los picos de trabajo son, por naturaleza malos e insostenibles en el tiempo. Y por ser prácticos, hace casi 10 años concluyó estas estas 6 lecciones (realmente excelentes):

  1. La Productividad no es lineal, depende de la hora. No es lo mismo la Hora 1, que la hora 6. Luego baja mucho e incluso puede ser negativa. A más horas, penaliza lo ya trabajado4.
  2. La Productividad en los trabajadores del conocimiento es difícil de cuantíficar. No son clavos por hora, ni líneas de código, ni hojas de informes. No es tan fácil definir (bien) el alcance de muchos trabajos
  3. La semana laboral de 40h a 8h/día (5 días) parece ser el equilibrio adecuado para maximizar la productividad a largo plazo (y la vida). Incluyendo la carta de gestión, que probablemente es del 20%.
  4. Si trabajas 60h/semana, en 2 meses (es decir 480h = 2m x 4sem/m x 60 h/sem) sería lo mismo que trabajar 40h/semana (320h = 2 x 4 x 40). Sí, trabajar más, llega un momento que no sirve de nada proque la bajada de productividad, descuenta las horas de más invertidas. Parece de sentido común también.
  5. Trabajar más de 24h seguidas implica una pérdida de capacidad cognitiva del 25% (y el impacto en productividad será incluso mayor)
  6. La falta de sueño es un factor que multiplica la pérdida de productividad.
La Puerta
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Pero quizá lo mejor de todo es que la intención original de la mujer, provocó un movimiento de mujeres y trabajadores con demandas globales a EA y la empresa tuvo que asumir costes importantes por demandas judiciales y reorganizar la carga de trabajo5

La productividad no es lineal y es algo que a las personas con capacidad directiva les cuesta entender6. Probablemente porque son los que más necesitan mejorar su productividad7 y también porque reciben la mayor carga de presión y responsabilidad.

De todas formas, en el día a día, sabiendo que nuestra atención y nuestro tiempo son recursos muy limitados y que se agotan rápidamente, podemos reaccionar con algunas estrategias.

  1. Asignar máximo el 75% del total. Es decir, si el día son 8h, asigna máximo tareas para 6h8. Sino caerás en sobretrabajo e irás a peor
  2. Definir el horario de trabajo. La principal ventaja de una oficina sería poner límites: un espacio y un tiempo de trabajo separados. El problema es no cumplirlo. Un horario de más de 40h/semana de trabajo implica un riesgo de que baje la productividad.
  3. Aprender a Decir que No. En realidad es aprender a poner límites a las personas (jefes o no). Firmes en el fondo, blandos en las formas (aprender a negociar). Ya, no es tan fácil (pero inténtalo).

Los picos de trabajo son malos porque no mejoran la productividad. En general la empeoran, pero lo peor es cuando nos quita nuestra capacidad de aprender a poner límites (a nosotros y a los otros). Y eso, sí es malo.


Notas